Asociación de Iglesias Cristianas de Avivamiento Internacional.

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Historia de la Asociación

La historia del advenimiento de la Asociación de Iglesias Cristianas de Avivamiento Internacional como un movimiento plenamente constituido se remonta al año 1968, fecha en que la Iglesia de Piedra del barrio Abra Honda de Camuy se organizó como un cargo pastoral. Desde esta fecha en adelante el Señor comenzó a revelar Su plan de evangelismo y misionerismo para con la congregación. En el año 1970 comienza en la iglesia un movimiento espiritual profundo caracterizado por las siguientes situaciones: llamado de Dios a la oración, al ayuno y a la lectura y análisis de la Pal

abra; crecimiento en la membresía de la iglesia; evangelización casa por casa en la comunidad y en comunidades aledañas.

La iglesia realiza el primer viaje misionero en el año 1973. Este viaje sirvió de base para la expansión de la obra misionera tanto en la isla de Puerto Rico como en el exterior. El Señor reveló que esta experiencia sería una enseñanza para la iglesia en realización de futuras actividades misioneras. Durante este año se organizó una iglesia en el vecino pueblo de Quebradillas. Más tarde se extendieron los campos de evangelización a otros pueblos como Aguada y Arecibo.

La Iglesia continuó su crecimiento en forma

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Asociación de Iglesias Cristianas de Avivamiento Internacional

acelerada durante los años subsiguientes. Este crecimiento se hizo evidente en los aspectos siguientes: membresía de la iglesia, desarrollo de liderato y envolvimiento en diferentes actividades de tipo espiritual. Ya para 1980, la membresía activa de la iglesia fluctuaba entre los trescientos (300) y cuatrocientos (400) miembros. Esa membresía provenía de los barrios de Abra Honda, Zanja, Camuy Arriba, Ciénega y Puente. Surge una gran cantidad de líderes con amplia preparación espiritual y con deseos de trabajar como pastores, evangelistas y misioneros. La Iglesia se envuelve en diferentes actividades espirituales como: retiros, vigilias, campañas, visitaciones, seminarios, talleres y otras.

Se hace evidente que para cumplir con los planes del Señor respecto a la Iglesia se necesita una nueva organización con nuevos enfoques sobre la evangelización, la adoración y la labor misionera. Entendiendo que estos planes no se podrían realizar dentro de la Iglesia Metodista Unida, la iglesia decidió separarse de ésta. Una vez separados de la Iglesia Metodista Unida, se comienza la tarea de fundar y organizar un nuevo movimiento que permitiera realizar la labor que Dios había encomendado a la Iglesia.

Este nuevo movimiento se organizó el 13 de febrero de 1980 con el nombre de Asociación Cristiana de Avivamiento de Abra Honda, Inc. con los siguientes objetivos.

  1. Cumplir la Gran Comisión llevando el mensaje de salvación de nuestro Señor Jesucristo a toda criatura en y fuera de Puerto Rico.
  2. Fomentar la unidad familiar.
  3. Organizar y establecer obras de carácter cristiano en y fuera de Puerto Rico.
  4. Promover inquietudes evangelísticas, misioneras y ministeriales entre las iglesia.
  5. Ofrecer ayuda material y espiritual a cristianos y no cristianos necesitados en y fuera de Puerto Rico.
  6. Promover la educación cristiana entre sus miembros y a personas particulares de reconocida integridad moral y cristiana.
  7. Ofrecer asesoramiento a las distintas obras e iglesias que se organicen como parte de la Asociación.
  8. Realizar compras y ventas de propiedades muebles e inmuebles necesarias para el debido funcionamiento de la Asociación.

Marco Filosófico de la Asociación

La Asociación de Iglesias Cristianas de Avivamiento Internacional, Inc. considera que la libre expresión, el libre albedrío, la libre asociación, la unidad familiar, el respeto mutuo, la ayuda al necesitado y la comprensión humana son valores fundamentales y baluartes de nuestra vida cristiana y democrática. 

Entendemos, además que el gobierno es una institución registrada en la Biblia y designada para la dirección de los pueblos. Por lo tanto, la Asociación respeta los gobiernos establecidos y recaba de sus feligreses respeto, consideración y obediencia hacia los mismos, como lo establece la Palabra de Dios. 

No se acepta el aborto por entender que es un atentado contra la vida que Dios creó. Tampoco se acepta el divorcio y solamente se aceptaría en el único caso que podría resistir la interpretación bíblica, que es en el caso de adulterio (San Mateo 5.31-32).

La Asociación sostiene que la Biblia es la real y verdadera Palabra de Dios. Que su inspiración nos proyecta a visualizar a un Dios único por su poder omnipotente. Que es trino en su esencia y que es claramente revelado como Padre, Hijo y Espíritu Santo. 

Se acepta el Misterio de la Creación como una hermosa revelación divina y que proyecta a la criatura humana en la semejanza de ese Creador. Se acepta, además, que esa criatura sucumbió ante la tentación satánica y perdió momentáneamente su imagen, pero que fue restaurada en su esencia primaria mediante el sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario. 

La Asociación afirma categóricamente que la salvación es una maravillosa provisión de Dios para toda la humanidad. Esta salvación puede ser alcanzada por toda persona al aceptar a Cristo como su Salvador y ser obediente a sus estatutos. Puede ser preservada al permanecer fiel hasta el fin. 

Es precepto de la Asociación el bautismo en agua por inmersión, por entender que fue un concepto prioritario en la predicación de Juan el bautista, y practicada con toda reverencia por nuestro Señor Jesucristo, el cual hizo un marcado énfasis en la importancia del mismo. 

De igual manera, la Asociación entiende que la Cena del Señor debe tener destacada prioridad en nuestras actividades religiosas. Al mismo tiempo es parte integrante de nuestras exposiciones bíblicas, por ser ésta un símbolo profundo que encarna el Sacrificio de nuestro Salvador. 

Se considera el bautismo del Espíritu Santo como algo que funde el creyente con el Cristo resucitado y glorificado. Afirmamos que es una experiencia necesaria para producir la manifestación de los dones en la vida del creyente. Los dones son las herramientas provistas para alcanzar mayor grado de poder en ese envolvimiento con nuestro Señor Jesucristo. 

Puntal y columna sólida en nuestro cúmulo de preceptos es la Iglesia, a la cual la Asociación considera como el cuerpo de Cristo compuesto por todos los creyentes que han nacido de nuevo. Estos son los creyentes que en el mundo entero han aceptado el llamado de Dios a ser sus discípulos y han sometido sus vidas a su obediencia. En ese llamado han entendido que han sido comisionados para continuar realizando la obra de proclamación de su Palabra en todo lugar. Entendiendo, además que como parte de esa responsabilidad es necesario santificar sus vidas; ya que la santificación hay que considerarla como un requisito del Señor en Su Palabra. La santificación deberá proyectarse en nuestra íntima relación con Dios, mostrando, además, un testimonio intachable en todas nuestras relaciones humanas. 

Se afirma que la Sanidad Divina es parte inherente al Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario. Por tanto, aceptamos su enorme valor para el creyente por entender que es una promesa de Dios para sus hijos, la cual podemos reclamar con toda seguridad.

Se afirma que Cristo resucitó y que vive siempre. Que los muertos en Cristo resucitarán en el maravilloso arrebatamiento de la Iglesia. Se afirma, además, que Dios ha revelado que reunirá a sus escogidos, que salvará a la nación de Israel, la cual la pondrá por cabeza en el Reino Milenario; entendiendo, además, que ese Reino Milenario los creyentes que componen el Cuerpo de Cristo serán reyes y sacerdotes, gobernando y ministrando junto a Cristo. 

La Asociación considera, sin lugar a dudas, que Dios ha designado al hombre para realizar su Plan: “Proclamación de Su Palabra” para la humanidad. 

Se acepta compromiso a la fidelidad del llamado, armonizando nuestros esfuerzos a ese “Plan de Proclamación”

Se sostiene que la evangelización y el misionerismo con puntales primarios en la escala de prioridades que Dios ha revelado para el desarrollo y cumplimiento de ese Plan.